Fue entrar en el callejón y alguien dijo:
“¿Are you a psycho?”
Yo no era, pero tendría cuidado a partir de ahora. Al partir la carne en la charcutería, al cortar el pescado y limpiarlo, en el matadero…
Dios es voluptuoso y blande un hacha con una sutil manita de sangre, cara y cara. Además, no ha quedado muy contento con su obra y ha comprado un billete de vuelta a su terrario para cometer unos reajustes.
Yo, con los niños insanos, votando a favor de unas desapariciones, de la puntería y del ground manchado y resbaladizo.
22/10/09
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