23/5/13

Hank intrépido intrépido. Pt.3/3

Identidad Irrisoria

− ¿Strucks?


Hank llamó a su copiloto, oyendo su nombre resonar con el eco proyectado hacia el interior de la cueva. Hank había despertado solo, con la angustiosa sensación de que nadie le había preparado el desayuno.

−¡Cataplasma! – La voz que sonó en respuesta resultó idéntica a la de Hank, solo que desde la profundidad de la cueva.

−Mm… una imitación convincente Strucks, sin ninguna duda. Bien, pongámonos de nuevo en marcha. Un momento… ¡¿Cataplasma?! – En un arranque de inspiración, Hank recordó que solo él conocía la existencia de una mascarilla facial `cataplasma´ oculta en la nave para casos extremos − ¡Strucks! Me niego a creer que hayas vuelto a la nave para manipular mis cosas.

Hank caminó hacia el interior para encontrarse súbitamente con el Doctor Malevolic, quien se interponía en su camino, calvo y sonriente:

−Es inútil Hank. He inyectado una dosis de desdoblante múltiple en nuestro plano real actual.

−Profesor, no lo comente por ahí… – Hank usó un tono disimulado –…estaba enrollándome con la teniente `Su´ en el esquife trasero de su aeronave durante las clases de riesgos galácticos.

Otro Hank, idéntico al original, surgió desde detrás del profesor y se puso delante de este. Con una mirada feroz y provocadora, clavada en el Hank original.

−Escucha Hank – El Profesor adoptó una pose explicativa –, mientras tú dormitabas sobre esas rocas, yo he mandado a mi letal ejército de secuaces que tomaran tu nave y la llevaran a mi guarida, en lo más alto de las montañas, para que pueda ser reparada.

−Ah, muy amable.

−No tan deprisa muchacho. Tú tendrás que enfrentar a tu otro Hank, mientras yo utilizo tu nave para escapar del planeta. ¿Qué te parece?

−¿Está haciendo Spoiler, Profesor?

−¿No pensarías ni por un segundo, que un malvado genio del crimen interplanetario como yo, iba a quedarse para siempre oculto en este colosal terrario?, ¿o sí? – Hank adoptó cara de duda − ¿y sabes lo mejor de todo? Que esta vez tendrás que afrontar tú solo tu propia incompetencia – El profesor rompió a carcajear vilmente.

Acto seguido los dos Hank´s se enzarzaron en una descarnada lucha mientras el profesor se retiraba carcajeando hacia la salida, con aire de satisfacción.

La lucha entre los dos Hank´s les arrastró en un magistral combate hasta que ambos estuvieron cerca de un escarpado desfiladero. Strucks, que llegaba con un buen surtido de animales alienígenas para el desayuno, les advirtió peleando terriblemente cerca de la mortal caída.
Cuando estuvo delante de ellos, dejó los animales en el suelo y les gritó:

−¿Cuál es el código de emergencia de explosión solar?

Ambos Hank´s se miraron atónitos, para contestar al unísono “No lo sé”. Strucks empujó a uno de ellos al abismo con total determinación. El Hank restante, magullado por el combate, trató de felicitar a su copiloto:

−Buen trabajo Strucks. Vaya ­– Suspiró relajado –, ha estado condenadamente cerca esta vez ¿Cómo has sabido que yo era el auténtico Hank?

−A decir verdad Hank, no lo sabía.

Los intrépidos aventureros, comandados por el aún más intrépido Hank, corrieron a toda prisa hacia la cima de la montaña, sorteando con incuestionable habilidad las trampas dispuestas a lo largo del recorrido. Cuando casi la habían alcanzado, un batallón de alienígenas rematadamente feos se interpuso a escasos metros de la entrada de la guarida secreta del Profesor. Para sorpresa de nuestros protagonistas, Cargador, digo Lider, era quién daba las órdenes.

−Maldición – Strucks se mostró atónito − ¿Qué diablos estás haciendo Carga…? disculpa, es la costumbre, ¿Lider?

−Bueno – el anciano, vestido como una pitonisa y cubierto por una capa de ridículos colorines no se apresuró a contestar −, ahora ya no soy Lider, soy Profesor Lider. Este ejército me pertenece.

−Pero vamos a ver, ¿se puede saber qué mosca te ha picado? ¡Tenemos que impedir que Malevolic abandone el planeta!

En ese momento, llegó otro Strucks, clónico, desde atrás. Se acercó al Strucks original y le contó algo al oído mientras el Strucks original asentía mostrando comprensión y consentimiento. Luego ambos se marcharon ante la desconcertante mirada de Hank, Profesor Lider y el enjambre de descerebrados alienígenas armados hasta los tentáculos. Struck se detuvo antes de marchar para indicar: “Hank, no te preocupes, vuelvo en seguida”
Al regresar, los dos Strucks´s encontraron a Hank dialogando cordialmente con Profesor Lider, ante la atenta mirada del centenar de secuaces bajo su mando:

−No te ha ido nada mal viejo; has ascendido de empleo dos veces consecutivas en este misterioso planeta. Coincido contigo, de ser tú, yo también nos hubiera ejecutado y me hubiera hecho dueño y señor de este lugar. Después de todo, nosotros te abandonamos a tu suerte en el pantano.

−¿Lo ves, Hank? He trabajado mucho por toda la condenada galaxia, y muy duro.  Me lo merezco, sí que me lo merezco.

Strucks interrumpió la conversación:

−Hemos de continuar Hank.

−¡Un cuerno! – el anciano Profesor Lider se puso en pié, crujiendo al completo su deteriorada espalda. ¡Ahora mando yo!

−¡¿Y eso quién lo dice?! – Otro anciano Profesor Lider se aproximó desafiante, ayudado por más alinigenas – Eres un viejo repugnante. Yo soy el Profesor Lider y ese es mi bastón de maldad, ¡así que devuélvemelo!

La discusión desembocó en una monumental contienda, que Hank y los dos Strucks´s aprovecharon para escapar. Al llegar al hangar secreto de la guarida oculta de Malevolic, sorprendieron a este a punto de cargar la última de sus maletas, antes de despegar.
Los dos Strucks´s se echaron sobre él, logrando reducirle fácilmente. Cuando habían logrado finalmente escapar del remoto planeta, con Malevolic maniatado y alejándose a toda velocidad de cualquier peligro, Hank comentó:

−Fzzzz, magnifico Struckss – Dijo redoblando la `s´ final – Hemos sobrevivido al planeta desconocido, encontrado al Profesor Malevolic, frustrado sus malvados planes de aniquilación y escape y logrado salir del planeta.

−Idiotas – Repuso Malevolic desesperanzado –, habéis fracasado. Conozco a Hank, este es solo una vulgar copia. Observa la calidad de su peinado.

−¿Sí? –Hank parecía encendido − ¿Y por qué no se ríe ahora Profesor?

−Porque el original era tan estúpido, idiota e incapaz que posiblemente su copia resulte más beneficiada.