10/10/10

Double Mcneal

Llama por el “manos libres” de su móvil mientras conduce, con el resto de su movilidad elabora un mcfardigan:

― ¿Sí?

― Te llamo porque te has dejado los escrúpulos en mi casa.

― ¿Cómo?

― Tú no tienes que venir mañana, tenias que venir ayer. Pero ¿a qué crees que estamos jugando? ¿Crees que me importa el clima?

― Un momento. Me estoy quedando flipada…

― No, te has quedado escuálida. Has lindado tu culo de media nalga con el gas toxico de mi escape y pretendes torpedear como una ráfaga de pedos de camello. Quieres que elabore un plan y te recoja en mi alfombra mágica para ver los collares del sultán, pero, ¿y qué pasa con mis pelos de gorila?

Ella cuelga. Pero Mcneal sigue mascando chicle y conduciendo con sus rodillas, mientras los dedos de ambas manos se impregnan de partículas cancerígenas y verdes.
Vuelve a llamar:

―¿Sí?

―Sí, Quiero una familiar de peperoni.

―¿Me deja un número por favor?

―Este

―¿Me lo puede decir?

―Sí. Este

―¿Y una dirección?

―En la A4. Estoy a diez minutos de Cádiz, voy en coche. ¿Dónde está el restaurante? ¡Rápido señorita! He de encender el petardo.

―¿Cómo? Estoy flipando…

No hay comentarios: