Passssarela

Mancuérnalo sueña con atrapar a uno vivo. De este lado de la valla, el zombi está de moda, es “top”. Todos han bajado en limosina desde los elevados valles, dejando sus mansiones para cazar con sus propias manos, si es posible, un zombi.

Él lo ha preparado mejor que nadie. Mancuérnalo también es “top” y lleva accesorios y complementos como un transexual, pero sus accesorios son bélicos y violentantes. Arranca la motosierra mientras los zombis grinchan tras la verja, pero es muy sucia y ruidosa. Emprende travesía con un bate de baseball, pero pesa mucho, y como que no se ve bien con él. La pistola, eso sí, que limpia y que ligera. Sin riesgo de salpicadura y rápida como las balas que proyecta. “Esto si” se dice mientras se atusa el pelo como un gato, dejándolo escurrido sobre la frente como si fuera la suya, la cabecita de un gorrión en la llovizna.
Se asoma a la valla, frontera natural del solar donde los zombis deambulan:

―Estoy por entrar ya y…a lo que salga –comenta Mancuérnalo a los aficionados que esperan para cazar.

―Yo sólo quiero a las que viste Armani. O a Kate Mose, vista quien la vista.